Ley de bancarrota: ¿Cómo puedo declarar mi emprendimiento en bancarrota?4 Minutos De Lectura

A veces hay circunstancias que salen de nuestro control y nos vemos obligados a realizar lo que no queremos; hacer su de la ley de bancarrota para saldar todas las deudas pendientes y estar en blanco ante el fisco que nos puede multar por no cumplir con las políticas.

Es un momento difícil ya que, una empresa es el reflejo de años de trabajo, esfuerzo y tiempo que se le dedica para que se mantenga a flote y funcione de forma adecuada. Pero también nos afrontamos a complicaciones económicas que salen de nuestras manos y nos vemos obligados a estar en bancarrota.

Cuando se llega a esto, es necesario contar con buena asesoría legal que pueda ser de apoyo a manejar la ley de bancarrota y ejecutarla de manera adecuada, con el objetivo de cumplir con todos los parámetros establecidos y llegar a cierre estable de todas las deudas.

¿Qué es la bancarrota?

Para comprender este estatus a nivel legal, es importante saber que esto no se limita a las empresas pues también se aplica hacia las personas naturales o jurídicas.

Esta situación se conoce cuando se hace imposible ejecutar y realizar los pagos de las deudas adquiridas a tiempo y no se cuenta con la liquidez necesaria para hacer su cancelación, es donde entra en ejecución la ley de bancarrota; que se aplica con el fin de liquidar todas las deudas pendientes.

Hay diferencia entre la bancarrota y la insolvencia

Es natural que ambos términos se suelan confundir, pues están íntimamente relacionados por lo que no es de extrañar que ambos se solapen. Antes de continuar profundizando en la ley de bancarrota es importante aclarar las dudas al respecto de este tema.

De esta forma, la hablar de la bancarrota; hacemos referencia a un cierre de forma definitiva y de todas las acciones operativas que se estuvieran haciendo antes del cese de la empresa.

Por lo que, a partir de ese instante, los bienes que posee el deudor dentro de la empresa se van a destinar a saldar las deudas con los empleados y todo el personal que estaba en nómina, junto a los acreedores.

Ahora bien, cuando se habla de insolvencia; es cuando en ciertos momentos no se cuenta con la liquidez necesaria para cancelar las deudas, por lo cual se considera una situación temporal, por lo que no es directamente una ley de bancarrota.

Por lo que en estas circunstancias entra en juego un tribunal, con el objetivo de hablar sobre las negociaciones necesarias para los pagos pendientes que se tengan a empleados e inversionistas.

Lo cual esta se mantiene por un tiempo límite, el cual debe cumplir la empresa o bien será una persona jurídica, natural respectivamente. Esto ayuda a la parte endeudada, a tener un poco más de tiempo para cancelar las deudas pendientes sin tener que usar la ley de bancarrota.

En que consiste el proceso de la bancarrota

Para ejecutar esta ley de bancarrota no es complicada, por lo que es simple, ya que esta se hace uso cuando sabemos que no hay más remedio o una solución factible para salvar la empresa en cuestión.

Este proceso ayuda que los acreedores tengan la opción de recuperar lo que se ha invertido en dicha empresa, de forma parcial o bien total. Para lograr esto, se hace uso de los patrimonios que tenga la empresa que se declara en bancarrota y saldar las deudas pendientes con los empleados.

Ley de bancarrota, los pasos para hacer una declaración de bancarrota con la

Para proceder al uso de esta alternativa jurídica es asistir a una notaria más cercana, para poder hacer uso de la ley de bancarrota, como se ha mencionado con anterioridad para iniciar el proceso.

Seguidamente, se procede a la negociación de las partes; para dar finiquito a todas las deudas y los plazos de cancelación en cuestión a las inversiones, deudas y liquidaciones a todas las partes afectadas.

Si es factible la negociación de las deudas, es posible llegar a un acuerdo con las partes para los plazos correspondientes, pero en caso contrario se requerirá de un abogado que nos pueda ayudar a salvaguardar nuestros intereses en un juicio que se diste los plazos y términos para la ley de bancarrota.